La idea original de la obra, consistía en una reforma interior de la planta baja. Además , los propietarios querían eliminar problemas de humedades por capilaridad desde el terreno. Para ello se barajaron varias posibilidades, pero finalmente se optó por la más efectiva que fue demoler por completo la solera y cámaras existentes para realizar una nueva solera ventilada de caviti. De esta manera se solventó por completo el ambiente húmedo que se notaba en el interior de la vivienda.
Con este nuevo planteamiento se aprovechó para aislar mejor los suelos y fachadas de la planta baja, que sumado a las nuevas ventanas con climalit y cajón de persiana aislado, se consiguió una reducción importante de la demanda energética.
Las instalaciones se renovaron por completo. Se instalaron nuevos cableados eléctricos y luminarias, nuevas tuberías de desagüe y abastecimiento de agua, y un sistema de calefacción formado por caldera de condensación de gas natural y radiadores.
En el exterior se renovaron los revestidos de fachada y las juntas de la piedra, se cambió la barandilla de hierro de la terraza por una de vidrio y se pintaron las brocas de la cubierta. Todas estas medidas mantienen el estilo rústico de la casa, con un aspecto totalmente renovado.
La decoración interior continúa este estilo rústico, con baldosas hidráulicas en el pavimento de cocina y baños, tonos blancos en paramentos verticales y mobiliario y tarima de madera de lama ancha en pavimento de salón y dormitorios.
Durante el transcurso de la obra , vistas las mejoras obtenidas en la planta baja, se decidió reformar también la vivienda de la planta superior, y el muro de cierre de finca, dejando el conjunto de las 2 viviendas completamente renovado.